viernes, abril 23, 2010

Criaturas Paganas

La tarde del 11 de febrero del año 2005 me encontraba en la ciudad de Corrientes a orillas del río Paraná. Miraba desde abajo la inmensidad del puente que cruzaba, aquel río que tanto me había dado; él y la diosa, por supuesto. En ese momento mi vida se basaba en la búsqueda del culto al proceso metafísico de causa y efecto, para poder concretar la energía que culmine en el karma. Esa tarde mágica la encontré a ella, entre los rayos ultravioletas; a ella, mi perdición. Hoy, muchos años después, intento buscarle el lado positivo a todo lo que aconteció: fue un viaje hacia la iluminación, mi veneración y arte místico, mi wicca.
Ella era la luz. En su bautismo de nuevo comienzo el nombre que le di fue “Sol”, porque mí era eso. Desde aquel día en el puente nunca más nos separamos, nos movíamos a todas partes juntos, fuimos uno.
Pasábamos días enteros hablando y hablando. Ella rápidamente se interesó por la “wicca” y el culto, tan atenta estaba a todo que hasta en un momento, no sé cómo paso, ella llegó a superarme. En la oscuridad podía contemplar cómo brillaban sus pupilas dilatadas de tanta ambición.
Si tan sólo me hubiese negado a ir a Santo Tomé, quizás las cosas serían diferentes. Ella estaba muy emocionada con un “seminario” de magia que se dictaba allí una vez por semana. Eso fue lo que me dijo y yo, inocente, creí. El ambiente era raro; al principio pensé que se trataba de una reunión sobre algún dios nórdico o, de última, guaraní, ignorando la cercanía con Brasil, la tierra de los orixas.
Cuando todos estaban de pie tomados de la mano, Sol entró en una especie de transe y en unos cuantos saltos se ubicó en el centro. Al son de una melodía espesa, dolorosa, ella empezó a danzar retorcida en el piso, como si fuera una sirena. Una sirena babeando. Después de que volvió en sí, nos retiramos sin hablarnos.
Esa noche yo no pude dormir y ella parecía muerta. Su camino había cambiado. En un hotel de mala muerte lo poco de corazón que me quedaba se desvaneció junto con unas hojas secas de plantas alucinógenas hechas humo.
Las plumas blancas manchadas con rojo eran lo único que podía ver. Gallinas, gallinas muertas listas para rellenar una almohada y ella, el amor de mi vida, en la cama muerta. La luz que tanto me había cegado se apagó esa mañana calurosa. Entre largos tragos de té negro, yo intentaba recordar qué había sucedido. Recordé el coito sexual que antecedió a su muerte, recordé las gallinas cacareando entre nuestras piernas y ella gritando cuando la sangre salía de los cogotes que arrancaba con mi boca y escupía en su cara, mientras la penetraba.
Observaba con determinación su hermoso cuerpo, la deseaba, y fumaba un cigarro, mientras la única gallina que había quedado viva picoteaba sus heridas y dejaba un profundo hueco en su cara. Me sentí tonto al preguntarme si las aves eran herbívoras u omnívoras, porque ésta se estaba comiendo a mi difunta novia. Mi mente estaba en blanco, una parte de esa noche se me ha borrado de la memoria. Una parte de mí no quiere saber la verdad.
A veces creo verla entrar a la madrugada, creo escucharla decir muchas veces la palabra “sacrificio”, sueño que soy parte de un plan maligno que no se pudo concretar, sé que la diosa fue mi protectora, mi salvación, mi amor.

martes, abril 13, 2010

Cosa

Si esto parece un cuento, tiene mucha coincidencia, tiene mucho que ver, creo que algunos cuentos no son más que anécdotas de hechos que acontecieron hace mucho tiempo y fueron trascendiendo de persona en persona, los más viejos por supuesto.



Este es mi cuento, un día llegaste y transformaste todo mi entorno, te sumaste a mí como una carga más, curiosamente la carga que pesó más, con ingenio e intelecto no podías sólo pasar, tenías que quedarte, instalarte potentemente surgiendo en mi ser, latiendo aquí adentro, corriendo como la sangre que va rápido al suelo cuando sale de una vena cortada.
A veces no se qué parte de todo esto no esta bien, o si esta todo mal ¡no se! Como no se nada de todo esto, como nadie lo sabe, como nunca nadie supo que venías con esos ojos grandes y garras afiladas. Te prendiste con esas garras por mi espalda, afectando todo mi sistema nervioso y logrando sacar partes de mi manera de ser que jamás pude ver en mí, y voy viendo cuanto me dura está fábula traída del más allá, donde reina la sin razón y abunda el delirio y todo es más extremo. La paranoia ya tiene cuarto propio y vive con sed de sangre, dicen que es hereditaria, debo culpar a mi madre.
¡Pero si un día despierto y encuentro que todo esto fue un sueño! Así como cuando pienso que la vida de todos es el sueño de alguien que en cualquier momento puede despertar. ¿Y si vos sos ese sueño? Si nunca estuviste ahí para hacerme volar lejos…
Lo suave de tu piel y olor que tiene sólo fueron las sabanas recién lavadas, que tus besos sólo fueron los lamidos de mi perra por qué quería salir afuera, si los múltiples orgasmos en que nací y morí entre tus piernas, nada más fueron producto de mi mente en ese sueño causado por una reciente película, esas de las que excitan. ¿Qué se hace? Si en realidad esa mirada que me observaba con atención en cada facción de mi cara mientras escuchaba un “te amo”, sólo fue nada, sólo eso fue, viviría creyendo que horrible es soñar, que mal se siente la ausencia.
Este es mi cuento sin final, se escribió un día en un papel bien blanco sin líneas con letras grandes y desbordadas.

jueves, abril 08, 2010

Killing me softly with his song

Hoy mientras acomodaba los platos para lavar escuche tu canción, y una sensación extraña se apodero de mi, era el pasado. Y recordé esa vez que por primera vez la escuche…yo estaba acostado moribundo no sabía ni que tenía pero me picaba todo el cuerpo estaba plagado de ronchas, lo más horrible recuerdo era la tristeza que tenía por qué no te iba a poder ver. No me importaba lo que estaba sufriendo y lo mucho que picaba, me importaba que esa mañana en aquél acto de 25 de mayo del año 2.003 vos ibas a estar y yo no te iba a poder ver. Miraba el techo y en lo único que podía pensar era en tus largos cabellos dorados, en tu sonrisa hermosa, en tus labios rosados y ese olor tuyo, daba vueltas y vueltas en la cama maldiciendo el hecho de que me pasara eso justo cuando tenía tantas ganas de verte, fue entonces cuando en la radio una voz tan dulce empezó a susurrar y yo caía lentamente, era como si saltara de una montaña, creo que nunca voy a poder describir lo que sentí pero te sentí a vos.

Era como si de repente tú espíritu o lo que sea entre tanta confusión y fiebre se acerco a mi, y yo no podía parar de amarte así de quererte tanto sin saber por qué, justo cuando escuchaba esa canción te amé más que nunca, en ese momento mis hormonas y las toxinas que causan el amor se liberaron como en el final de un exorcismo, era amor.
Como dije “era” amor, hoy sólo queda el recuerdo y esta la vez número 1.000.000.000 que escribo por vos, pero escribo en la memoria de lo que sentí o sentía cada vez que escucho nuestra canción, escribo en la memoria de ese amor puro que sentí por vos cuando era adolescente y de lo mucho que tú inmadures o lo pendeja que eras me hizo sufrir. Las veces que escuche esta canción poronga y pensé que nunca más en mi puta vida iba a poder volver amar a nadie que no seas vos, y hoy las cosas cambiaron tanto, me mude a otro planeta, se llama “Marte”.
No sólo que amo, si no que puedo disfrutar de este amor, y yo qué pensé que no te a iba a olvidar nunca, y yo que pensé que nunca más iba a poder sentir eso que sentía con nuestra canción, nunca más pero para mi suerte muchos, muchos años después una noche de domingo te olvide.
Y antes que medias como tres metros para mí, misteriosamente cuando hablamos hace mucho, un verano cualquiera me di cuenta de que medias un metro y medio, un metro veinte casi, mira… Y esa noche que me mandabas mensajes en el boliche diciendo que te querías ir conmigo y yo no paraba de pensar en mi nuevo amor y de disfrutar de mis amigos, ni se me cruzo por la cabeza acercarme a vos, nada, es como la canción de una amiga que dice así “¡ERAS TODO PARA MI Y MORISTE ASÍ, DE REPENTE!”
Bueno me fui al carajo, mi intención era acordarme de lindo, perdón si me salio la mierda pero escuche tu canción y me acorde de vos, y no puedo creer cómo paso el tiempo y no puedo creer que hoy hace mil que estoy en otra historia, que es tan distinta, ¡que viejo estoy!...

Strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
Killing me softly with his song,
Killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song ...