viernes, agosto 14, 2009

The Reader

Hace un tiempo leí una novela. Se llama El Lector (o su título original "Der Vorleser" que significa en Alemán "el que lee en voz alta"). Y hace un tiempo también vi su respectiva adaptación al cine, actuada por un pendejo y la protagonista de Titanic, por lo cual hoy estoy escribiendo esta nota. No puedo simplemente dejarla pasar, puesto que hace bastante que no me atrapaba una novela como lo hizo ésta. Quedé cautivado tan sólo con el primer párrafo para después sumergirme en ella hasta explotar las últimas de mis neuronas, hasta esas que yo ya daba por muertas.
Un día me encantaría ser como su autor Bernhard Schlink, del cual no sé mucho. Sé que tiene 44 años, que es juez y vive en Berlín y en otra ciudad de Alemania. Lo admiro por su imaginación, su manera de expresar las cosas, de ubicarlas, de representarlas, de sentirlas, me pregunto si él habrá vivido algo de todo lo que narró en la novela. Además de El Lector, tiene 2 o 3 novelas policíacas: nada. Sólo una novela le hizo falta para pasar a la eternidad, sólo una. Cuando me senté a mirar la película, debo confesar que no tenía buenas expectativas, me esperaba algo malo y cambiado. Grata sorpresa me llevé luego. Fue como sentir que toda la historia que había leído y tenía guardada en la cabeza cobraba vida ahora de la mano del cine, de la mano de estos actores que le dieron carne y hueso a Michael y Hanna, pero también la pasión que se tenían ambos, el amor. Muchas cosas se esconden detrás de la historia, claro, es una obra muy compleja que pega un giro inesperado para poder así hablar de otras cosas. No me voy a poner a explicarlas, hay miles de notas, críticas, etc., que andan en Internet, escritas por gente quizás más capacitada para opinar acerca de estos temas. Tampoco me voy a poner a explicar de qué trata la novela por el mismo motivo. "¡Qué buena Historia!", eso quería escribir y recomendar tanto la novela como la película. Si te interesa y querés saber más, aquí dejo un link: http://cripticacritica.blogspot.com/2009/03/el-lector.html

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