viernes, enero 27, 2012

Escribir

De un momento a otro sentí una mezcla de sensaciones en mí, emociones que te sacuden como caballos corriendo y reventado la tierra. Sentí tristeza, sentí felicidad, pena, dolor pero la más poderosa de todas era una, muy grande (sigo hablando de las sensaciones en mi) y era la necesidad de escribir. Escribir eso que estaba experimentando, eso que me estaba pasando en ese momento. No fueron ganas de bailar, no fueron ganas de gritar, no fueron ganas de abrazar a nadie, era la pura necesidad de plasmar mi pensamiento en algún lugar, me pregunto sí es esa la forma que encuentro de volver real eso que sucede ahí. 
 Será por eso que siento que es mi vacación? que nací para ello, aunque a veces sienta que no encuentro la manera de decir lo que quiero decir y me desespere y entre en una especie de ataque de histeria y quiera romper todo. O lo que es peor mi falta de memoria, memoria a corto plazo, si me la olvide con los juguetes y las drogas, lo que más detesto es que la de "a largo plazo" a esa que quisiera olvidar para siempre, la tengo bien presente todos los días de mi vida desde que tengo tres años, sin embargo si me pregunto "qué hice ayer", tendría que pensarlo mucho y es más hasta a veces no recordar. Por suerte existen las notas, las pequeñas notas, borradores que hacen más fácil sobrellevar esa falta, esas muertes de las neuronas atrofiadas con los años y otras cosas.. 
Escribir, y escribir, me duele la garganta y escribo, me duele la soledad y escribo, me duele algo que me sale mal y escribo, me duele la vida y solo puedo más que escribir, escribir cuando exploto de tanto querer a una persona, de amar, de extrañar a una persona, animal o cosa, instante que ya no esta, y quiero escribir y decir que extraño eso, que deseo, que quiero eso que ya no esta, y ni tengo la esperanza de que vuelva o lo lea, la necesidad es en mi independiente de todo el contexto. Escribir para sentir que existo? Aquí estoy, estuve, aquello que describí en historias o comentarios anteriores era lo que me pasaba, por descabellado e insignificante que sea, eso fue lo que viví y no se qué es vivir o cómo aún pero si sé escribir, y no me refiero a la ortografía, aunque intente no tener errores pero más me importa que lo que escribo llegue, que lo que escribo tenga contenido, que lo que escribo guste, me guste.  
Y mañana cuando yo ya no exista lo que escribí seguirá ahí, como intacto, como si el tiempo no hubiera pasado y esa persona que se sentó a leer, más allá de los años que trascurran, generaciones, más allá de las fronteras, los idiomas, las religiones, sienta lo que yo siento ahora cuando leo a esos autores que transmiten sus sensaciones, para que todo aquello exista en la imaginación, y ese momento, esa cosa que salio de vos, de usted, de ti, se vuelva eterno.  

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