viernes, noviembre 09, 2012

Los ojos me brillan por llorar, nada más.

  La cabeza me da vueltas, por eso es que trato de estar en un estado en el que no pueda pensar,en el que no pueda saberme así. Las cosas que uno quiere se van dando, otras son sólo lágrimas. ¿Llorar es un insulto? Hoy me sentí hipócrita al cantar por el llanto de otrxs cuando yo antes había estado llorando, es distinto igual, yo lloraba de emoción. 
 Miraba los ojos llorosos de una compañera, su expresión tan jovial y sincera era lo que me causaba, era lo que me emocionaba, mirarla así vulnerable, llena de sueños y saber lo que lucha por ellos. Yo llore muchas veces, todos los días es una lucha. Pero todavía tenemos mucho por pelear, tengo mucho por hacer y no me importa. Soy muy poco expresivo, soy como una estatua, me cuesta mucho abrazar a alguien, demostrarle algo y sin embargo no me contuve y atine a abrazarla. Me beso la mejilla y sonrió. 
 La fuerza que me dan mis metas parece que es inexplicable, las ganas de que las cosas sean distintas, sé que es un proceso largo, duro, solitario pero no me importa, ni yo sé ya de donde salen las ganas pero increíble la manera en que salen, aparecen como una topadora con sed de aplastar todo y lo logran. No logre aplastarte después de todos estos años, debe ser porque no acepte a tiempo lo que me pasaba, ni tuve el coraje de vivir eso o cuando lo hice ya era tarde. Todas las veces es como un llanto silencioso, son como lagrimas de colores que se desparraman, lagrimas bipolares, que están contentas de que la casualidad nos encuentre en una esquina y no tener forma de parar de hablar, de mirar, de tocar, de querer. Lágrimas bipolares que quieren que no existas más, de que si te vas de viaje no vuelvas o cruzarte feliz de que por fin sentiste algo en verdad por alguien. 
 Mis sueños me mantienen entero, mis tres plantas, los recuerdos de los buenos momentos, de esas personas que me hicieron feliz, que me hacen feliz, mis amigos, mi familia, mi perro. A veces alguna caricia quiere venir a mi cama pero yo me esquivo, no la quiero, a las tuyas tampoco las quiero si lo pienso, pero el peso de tus manos son más fuertes, tienen presencia, y no me preguntes más que ni yo sé. De verdad no lo sé, me gustaría saber, todas las veces quise saber. 
 Las vez que lo acepte, que de verdad me dije aceptar que te quería, llore. Llore sin saber bien si era de tristeza por no tenerte o era de feliz por sentir algo así. Era esa mezcla rara como de agua y aceite, de lo más extraño, aceptar que te quería implicaba muchas cosas que yo no quería. ¿Todo eso hace a uno más fuerte? masoquista ya sé que soy, es como cuando me pongo a leer esos fragmentos de conversaciones nuestras que tengo, algunas de un año, otras de otros, otras de meses. 
 Las palabras terminan siendo puñales, como las construcciones, como los discursos mentirosos, colmados de demagogias, si hoy llore no fue por una cosa simple y puntual, si llore había algo más de trasfondo, algo que trasciende más que ese hecho. Quiero como muchxs construir algo que trasciende un montón de cuestiones pero cuesta tanto llegar a ese ideal, que uno lo siente tan cercano, tan simple de saber y sin embargo llegar a esa cuestión es todo un camino para transitar, largo en el contexto en que vivimos. Llorar y querer que te abracen, pero tampoco dejarse abrazar o no sentir los abrazos como en verdad siento al tuyo, es raro. Ver a la parejas contenerse justo en plena crisis,"que suerte", me dije, en esos momento sí da gusto no estar solo. Las cuestiones de la monogamia son complejas, en ese caso están buenas. 
 Debe ser que en verdad somos como decía la teoría del amor de Platón, que nos partieron al medio y andamos por la vida buscando la otra mitad, como en la canción de Hedwig, aunque yo no quiera que sea así, aunque mi cabeza diga que todo eso es una mierda, pero mis entrañas pidan esa mierda, pidan tu mierda. 
 Voy a ver hasta donde me llevan mis fuerzas, mis ganas, voy a ver hasta donde llego, no importa si gano o pierdo, depresivo, maricón, y ciclotimico, pero feliz de poder haber vivido todo eso.



No hay comentarios: