sábado, junio 12, 2010

Quieta y clara, la noche...

Me dan mucho miedo las noches claras estrelladas o con nubes, me dan miedo, son tan raras. Prefiero las noches oscuras, bien oscuras sin una puta estrella y que el viento chille, grite, me despeine, se me estampe contra la cara y haga que mis mejillas se corran a un costado apartando mis flácidos cachetes. En cambio las noches claras no tienen viento, es como si el tiempo se quedara quieto, ninguna hoja asesinada por el otoño se mueve del piso, están ahí inmóviles como pegadas al suelo que no las arrastra, a la espera de alguna acción que las sucumba de sus perpetuas quietudes.
Y nunca falta un perro con sus caderas flacas que se te para enfrente y no hace nada, solo se te para enfrente, te mira, te mira sin mover la cabeza hasta que vos te perdes con el correr de las cuadras, hasta que te cruzas con otro perro que anda por ahí olfateando todo, pero vos no te olvidaste del perro anterior que te miro como sabiendo todos tus pecados y te hizo sentir miserable.
La noche quieta me es sinónimo de algo, la noche quieta espera, está a la espera de alguien que venga y la movilize para dejar de ser una noche más, antes de que algún sortilegio la absorba por completo y se transforme en oscura, mi tan bien ponderada noche fría y oscura. Quieta y clara la noche vuelve a nacer, es como la mezcla rosada de la sangre con el agua que cada tanto se vuelca sobre el cielo para mostrarnos lo agrio, para que tranquilos caminemos por las calles, disfrutemos de su tranquilidad traicionera que nos engaña y nos deja mansos como pichones de carnada.
Esta noche quieta, esta noche clara, esta es la noche en que quizás no me di cuenta de algo, por supuesto al ser tan tranquila todos estaban apaciguadosen sus vidas, me incluyo también, y no me di cuenta o puede que si y por ello estoy escribiendo esto.
Mi viejo amigo el miedo me hace sombra, es mi amigo, suena raro lo sé, pero yo no me olvido del miedo, no lo quiero lejos, quiero aprender de el, quiero conocerlo bien de cerca. Así un día podré hacerle frente a su cara, y esa, muy seguramente será una noche quieta y clara, una noche que espera que esa, sea mi última noche y que por fin el sol no la mate. No mate la noche quieta y clara.

1 comentario:

Dey dijo...

Hermoso!