martes, julio 06, 2010

A causa de tripas inquietas suicidas

Estoy mirando desde un costado salido de mi cuerpo como se van deformando las cosas que creía tener bien encausadas en mi vida, no se en qué momento se empezaron a quebrajar, se comenzaron a fundir y se esparcieron en destellos que dieron eco a mi mente. Debe ser el momento de renunciar al pasado y de una buena ves por fin poder despegar de esta silla a la que sigo atado y solo me hace girar en el mismo lugar mientras hostigo mi paronama tan cuadrado, hay un mundo ahí a fuera dispuesto a comerme hasta sacarme la última gota de sangre, sediento de que cada cosa que voy a vivir nunca más se va repetir, es una secuencia que no hay manera de volver a repetirla, por más que un día me recreen nuevamente, eso que paso, paso y no hay manera existente ni descifrable en que la mente vuelva a vivir lo mismo en ese mismo momento y de esa manera.

Puede que vos no entendiste que esa mañana en la que pensaste que morías, en realidad estabas naciendo de una nueva manera, lo único muerto ahí en esa cama era el olor que se iba desvaneciendo de tú piel y se cubría con el mío, no ves que no hay nada qué entender, el pasado paso y si mi vida cambia no hay que hacer más nada. Siempre observe con atención como al mundo le cambiaba el contexto y sin embargo yo seguía tranquilo y cómodo en mi bote, hoy me toca a mi esto que no se puede frenar ni predecir, ya no doy consejos a cerca de cómo se deben hacer las cosas, “concéntrate en esto y hace aquello”, “dedícate a tu cuerpo”, “aprende más cosas”, “lee tal libro”, “anda a la esquina”, ya no puedo decir esas cosas, ahora entiendo, ahora es cuando sé que tu mente sigue en ese mismo lugar mientras las personas y los objetos se mueven rápido como cuando adelantas la película. Ahora entiendo que en ese momento no podes entender absolutamente nada.

Aún con un poquito de pasados los veinte años, varias son, las cosas que me cuestan manejar, vuelvo a ese lugar en el que cometí ese error, no de la misma manera ni con el mismo sentimiento, es un dolor al que estoy acostumbrado, pero este mundo en 2.000 años de historia no pudo, por qué podría yo, es muy ambicioso de mi parte. Las equivocaciones que salen de mi interior y se proyectan en la realidad que golpea las paredes de quienes andan en mis ratos, es una muralla en la que se trepan a observarme un toque, caras grandes que sonríen y con los ojos bizcos te ojean como siempre, el pequeño instante que te dedican. Egoístas.

No quiero que nadie me solucione la vida, por más que yo quiera algo fácil nadie me va a poder desenvolver este rollo que se aplaca con el paso del tiempo y altera mis funciones, me deja inmóvil, estancado, y del que sin darme cuenta me voy desenvolviendo, puede que parezca que me contradigo, trato de ser lo más claro posible aunque mi vida este plagada de oscuros, oscuros que en largas sesiones puede que un día se hagan luz y me den la oportunidad de asesinar traumas y dejar volar frustraciones, me dejen entender que cada cosa que me pasa hacen al camino que no se si es el que quiero pero si el que necesito recorrer.

Seguro estoy de que este amor es igual al que algún mercenario sintió por alguien que no lo quiso comprar, este amor se envuelve en una alfombra y es representado mil millones de veces en ese mero acto que nada significativo tiene comparado con sus cosas más importantes, este amor se reprograma para nacer en otro cuerpo, este amor es un andrógino tan puro de patas chuecas y lentes de sol. Este es el amor que yo siento por la vida, por mi presente inconcreto e incorrecto según el cristal con el que se mira, pero mí texto es esto, y no lo voy adaptar al guión de unos viejos chotos que con promesas falsas pretenden manejarme, prefiero seguir a mis tripas, ellas me indican con sus movimientos lo que es en verdad.

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