jueves, noviembre 18, 2010

Mi utopía maliciosa

 Me dieron ganas de ser anarquista, de creer en el amor libre, de estar a favor de la libertad, a diferencia del marxismo que se acentúa en la explotación, yo prefiero ahondar en la dominación, y tener una mirada más amplia para poder salir de lo tradicional, meterme en un terreno más intimo, más profundo hasta caer más bajo.
Hilando fino puedo ver lo intenso de todo esto, y lo poco que puedo escuchar, agradezco tener cerebro, celebro poder entender, descifrar, que no me cueste saber la verdad del sistema en el que estamos inmersos, aunque digan que soy negativo, yo sé encontrar la luz en este pantano aunque no parezca. Subordinado a lo cotidiano que me come la cabeza, emancipando conceptos en mis adentros contradigo todo el tiempo lo que siento, hago el balance pero no me salen las cuentas, nunca fui bueno para sumar y no estoy refiriéndome a las matemáticas.
 Estoy harto de los roles, las etiquetas, las premisas, las tendencias, soy yo, o es que todo esta tan desgastado, tan podrido, ya estoy negativo de vuelta, pero no se escuchar melodías,  debe ser por eso. Vos pensá que todo se va aclarar pronto, que la revolución esta cerca y se hace con las urnas, que el neoliberalismo y las privatizaciones nada tienen que ver con lo acotado, los estragos en tu vida, de el vació interno y la degradación, que no están ligados a la iglesia, que te pide que reces, con cartelitos que dicen que el hombre es grande cuando reza, cuando es sumiso a las ordenes de un dios furioso y despiadado.
En otra frecuencia, voy, lejos de la tuya, de los demás, aunque me miren con recelo, prefiero quedarme en las minorías, ser un mártir como dice Benedetti, antes que un verdugo, no quiero el paraíso plagado de inmundos asesinos, yo tendría que ir al cielo aunque no creo que tal cielo exista.
 No quiero paridad, no me quiero ni asemejar al modelo de vida, de familia de clase media ascendente, ingresar a las filas de nuestro tan bien ponderado socialismo, con una profesión digna, administrando mis horarios en el campo laboral, explotado por un patrón a cambio de migajas, como lobo manso. Tampoco ansió el poder absoluto, ni que me lustren las botas, ni que me saluden por miedo, falsos, sin más amigo que mi sombra.
Las instituciones que nos educan para pensar, sentir y contestar, esas instituciones que yo gozo cuando las siento debilitadas en cada crisis, que pierden peso poco a poco, los puedo ver caer, hondo su discurso ya no sirve como antes, lo pude observar en el 2001, y lo puedo ver ahora, como cuando se baten a cachetasos en el parlamento, mientras yo me cago de risa y me arrojo libremente a mis ideales. Papagayos medievales.
Que triste, que triste caricaturas que aceptan y aspiran serlo todos, no asumen el desafío, no voy a ser como ellos, no voy formar parte de este consumo vicioso, no voy a creer que estoy condenado, me quedo con mi mundo diferente, no voy a ser gobernado por este sistema de poder, de los que imitan, los voces de ecos ajenas, que no me representan, que no van de la mano de Galeano, del doctor Maradonna, (No estoy hablando del jugador de fútbol) de Pessoa, y tantos más que, "cantaron la cantinera del infinito en un gallinero".
 Cómo hago para plantear esto? cómo cuestiono el hogar, la reproducción biológica, la rutina establecida, cómo propago este ideario de amor libre que entiendo,  en las estructuras bien arraigadas de esta sociedad, cómo puedo abolir todo esto en mí y en los demás, cómo puedo hacer para que dejen de ser solo teorías, y no volverme loco en el intento.




"Bailábamos la danza de la lluvia, fumábamos la pipa de la paz, hablábamos con la naturaleza, buscábamos la senda del jaguar"...











  

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