miércoles, octubre 05, 2011

No a la moral machista heterosexual y católica: ni en las provincias del norte, ni en ninguna

No a la moral machista heterosexual y católica: ni en las provincias del norte, ni en ninguna 

  
 “Cruz de los niños matados por el aborto”. Frases de éste estilo se pueden leer en las entradas de las Iglesias Católicas en las provincias del norte, una forma horrible y demagógica con la que ellxs imponen su ideología y sus leyes medievales a comunidades que tienen la mayor cantidad de muertes de mujeres por abortos clandestinos. La mayoría de ellas no tienen educación ni acceso a una atención médica adecuada: son pobres. 
           En provincias como Salta, Formosa, Chaco y Corrientes, el promedio de muertes por aborto supera la media nacional. Curiosamente, esto sucede en los lugares donde el poder y la moral  cavernícola de la Iglesia Católica se expanden de punta a punta; donde las mujeres son hostigadas hasta al cansancio, sometidas de tal forma en que las transforman en verdugos de sus propias vecinas, compañeras, amigas y hermanas.
Sólo se puede elegir entre dos opciones: o sos casta… o sos puta. Puta la que camina moviendo el culo. Puta la que vuelve tarde a la casa. Puta la divorciada. Puta la “madre” soltera y puta la que anda con varios.
Puta la que anda con varios… Pero a los hombres se les está permitido todo: si anda con muchas, es un “capo”; si golpea a una mujer, “por algo habrá sido”, “algo habrá hecho ella” ó “se lo merecía por puta”. Comentarios típicos, populares, engendrados en una manera de pensar que lleva muchos años en nuestra cultura y tiene raigambre en la moral machista heterosexual y católica.
 Es ésta moral la que crea códigos y costumbres por los cuales se rigen las “familias bien”, partidarixs por “valores” de clase media-alta y de derecha. Y es por, y para, su conservación que sus hijxs van a colegios “católicos”, privados y liderados por la iglesia, donde la educación sexual no existe y la religión es, sino fundamental, tema central. Allí les enseñan que las mujeres sólo sirven para procrear y ser madres, por ende les esta prohibido el placer y están hechas de un pedazo del hombre (y no nos olvidemos de que “dios” es hombre).
Mientras sigamos sin entender que no estamos en la edad media y que somos todxs iguales; mientras se siga marginando, excluyendo, discriminando, abusando, jerarquizando -y así es infinita la lista de hipocresías  que se cometen en nombre del “bien”-, es que van seguir existiendo abortos clandestinos, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y… muertes. 

  


Ulises Rojas
 (con la ayuda Maga Zulú)
Revista Punto "G" - Comisión de Género.
Facultad de Periodismo UNLP
Octubre 11

1 comentario:

maru dijo...

querido amigo... Nunca nadie cambiara tu forma de pensar...