martes, agosto 23, 2011

Memorias de Uma

Memorias-  hoja 1- cuaderno 1  Año 1975


 Nunca antes había salido de casa sola, siempre estaba en mi cuarto, el que compartía con Yayo, y antes con Omar pero el se fue a Buenos Aires a buscar el futuro que en el pueblo no pudo encontrar. Omar, mi hermano mayor se enamoro allá, formo familia, eso es otra historia igual, ya me estoy yendo por las ramas; la cuestión es que no me dejaban hablar con nadie, ni con un perro. Los inviernos eran crudos, solos y mis padres se vivían peleando. Mi única escapatoria eran los libros, ahí me sumergía y creaba mi mundo de fantasía, leía apretada contra el fuego con mi abrigo favorito, va, el único que tenía. La cuestión es que yo antes nunca había salido sola, y esa tarde Eva me paso a buscar, Eva mi prima y Nirma quien sería mi futura cuñada. Me mande con ellas al centro, quedaba a sólo cinco cuadras de casa pero para mi en ese entonces era como irme a miles de kilómetros, ese día conocí al hombre que me rescataría de la burbuja en que había estado sumergida, esa vez, él a mi no me movió nada, no sabía que sería el amor de toda mi vida, sin embargo él si lo supo y empezó a tratar de conquistarme, yo me sentí alagada igualmente, y en mi profunda soledad agarre viaje con él, lo bien que hice. 
 Al poco tiempo lo lleve a casa, temía por la mirada de mis padres, por que no les gustara, él venía de una "buena" familia y eso al final les gusto, en ese momento ya no me importaba eso, yo lo había conocido y su humildad y simpatía había conquistado mi persona, más que su aspecto. Me sacaba al cine, a bailar, acompañada de mi madre, claro, a veces al cine si íbamos solos, por aquellos días comencé a fumar, lo cual debo admitir me encantaba, era la primera libertad que me dí en mi vida, además de Leto, claro, mi futuro esposo. 
Era una ignorante ante el mundo, y él fue mi maestro, de la vida y del amor, a los veinte años quede embarazada de nuestro primer hijo, Dario, que a causa de mi tabaquismo nació prematuro y peso sólo dos kilos y medio. En un abrir y cerrar de ojos yo era una mujer casada, madre y docente. 


Memorias- hoja 7- cuaderno 3  Año 1978

 
 No tengo idea qué fue de mi esos días, yo estaba bloqueada. Hacía pocos meses había nacido Sebastiano, mi segundo hijo y nos habíamos mudado al campo por qué empezamos a trabajar en una escuela rural. Leto decidió dedicarse más al campo y viajaba mucho vendiendo algodón en su nueva camioneta, por ese entonces Formosa era la capital del algodón. Bueno yo me encontraba sola, trabajando con cuarenta alumnos, dos hijos y veintitrés años, en el medio de la nada, sola. Hacía todo lo que podía pero la soledad termino por abrumarme, consumirme, y empezaron los bloqueos, malestares, molestias. Una tarde el volvió y yo lo esperaba en el patio abrazando a nuestros chiquitos, el bajo con una cámara de fotos que había adquirido a cambio de una ternera que le regalo mi suegro, y al bajarse lo primero que hizo fue sacarnos una foto, esa foto que marcaría para siempre, el día en que todo cambio. 



Memorias-  hoja 2 cuaderno 8  Año 1982

 Mi vida parecía volver a la normalidad, la casa en Ibarreta ya era todo un hecho, el patio y los planos, soñamos con esa casa con Leto desde que nos fuimos de lo de mis padres, embarazada y todo yo no paraba, a diferencia de los otros dos embarazos esté era como más liviano, menos molesto, por lo cual rápido empecé a darme cuenta de que podría ser una niña. Sebastiano había estado un año con mi madre, yo  había estado enferma, al parecer un mosquito me había picado, y el mosquito transmitía no se qué enfermedad rara, y por mucho tiempo no supe qué tenía, mi vida era un calvario, y Sebas era muy chiquito para que yo lo cuidara. Esa tarde de octubre,un año después de la foto, y de mi lucha, decidida pase por lo de mi madre, y le dije "ya te lo traigo", y nunca más se lo volví a dejar. Hasta el día de hoy me reclama por su "hijo".





No hay comentarios: