Tenía mis sueños más planeados y pensados todos para vos, tenía toda mi vida para darte, mis días, mis horas, mis frustraciones, mi tasa cargada con chocolate caliente, mi mano para estirarte hacía aquí, a mi costado más neurótico, aunque no sabías hacerme masajes yo te amaba igual. Había un ambiente bien predeterminado donde las cosas menos obvias, impensadas entre dos desconocidos, en ese lugar eran normales, ya estaban predestinadas. Ahora solo hay migajas tiradas en un rincón oscuro.
Y tenía, tenía, todas esas cosas que el tiempo fue matando y mi sed de estar por encima, de querer sobrepasar, mi ambición mato todo eso. Te mate, te asesine, metafóricamente claro, aunque no niego que varias oportunidades sentía que te amaba tanto que podía matarte en ese mismo instante.
Yo qué siempre me preguntaba cómo será qué se siente, cómo será el amor, ese amor que nunca había sentido, así de esa manera, cómo era eso de que te toquen y vos sientas que arriba hay un corto circuito, con estrellas de colores y toda la chota, nunca había sentido eso, hasta que te conocí.
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